Royal Enfield entra de lleno en el siglo XXI con un nuevo motor, creado desde cero, por primera vez en muchos años. Sin perder la inspiración en los años 50 y 60, con este nuevo grupo propulsor se presentan dos nuevas bicilíndricas muy interesantes.
Ahora traen un nuevo motor, inspirado en sus formas y carácter en las motos de los años 50 y 60, pero completamente nuevo y actual. Se trata de un bicilíndrico paralelo transversal, con un solo árbol de levas en cabeza mandado por una cadena central para cuatro válvulas en cada cilindro. Cubica 648 cc y lleva cigüeñal calado a 270º, para una potencia de 47 CV a 7.100rpm y un par de 52 Nm a 4.000 rpm. Se supone que se ha buscado con él hacer un motor moderno pero inspirado en la “vieja escuela”, con muchos bajos y medios, pero indudablemente con mejor capacidad de subir de vueltas que los actuales monocilíndricos. Por supuesto, cuentan con inyección electrónica, en este caso firmada por Bosch y un cambio de 6 velocidades con embrague asistido y antirrebote.
El chasis es en tubo de acero, realizado en colaboración con Harris. Emplean horquillas de 41mm y dos amortiguadores traseros con botella separada, con ruedas de 18″ en llantas de radios. los frenos son de disco, con ABS como es obligatorio ya en Europa. En ambos casos esta estructura de ciclo es la misma, pero las carrocerías van en dos filosofías distintas. La Interceptor es una roadster, según la marca, inspirada en el estilo californiano de los años 60. La Continental GT, como la ya conocida Continental 535 mono, se inspira claramente en la más pura tradición británica de las café racer.
Llegarán al mercado en varios colores y con un catálogo de accesorios especialmente diseñado para ellas, aunque no hay información todavía definitiva en cuanto a disponibilidad y precios.